jueves, 25 de febrero de 2016

3. EL QUINTO AGUJERO, Miguel Angel Diaz Pintado, Murcia



 El quinto agujero

Después de vomitar una vez más, se incorporó sobre el lavabo y
contempló su imagen sudorosa en el espejo.
Sintió alivio al secarse la frente con la toalla y esbozó una ligera
sonrisa. Retrocedió un paso para ver su cuerpo entero: estaba pálida
y muy delgada, apenas tenía ya curvas. Como tantas otras veces,
desabrochó el cinturón de su pantalón e intentó llegar al quinto
agujero. No lo consiguió. Aún le faltaba. Volvió a acercarse al lavabo
y de nuevo introdujo los dedos en su garganta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario